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NUESTROS EXALUMNOS CONSOLIDAN SU SOLVENCIA PROFESIONAL
de Administrador MBA GC - miércoles, 10 de julio de 2013, 18:42
 

Alberto Lamas, ex-alumno de nuestro máster, ayudante de dirección de Águila Roja

Aunque Alberto estudió Derecho, desde siempre estuvo cerca de las actividades culturales. Cuando, una vez graduado, tuvo la oportunidad de trabajar en la industria audiovisual la aprovechó. Ha acumulado una extensa experiencia en las productoras de series para la televisión. La realidad es que una actividad sustancial del cine se refugia en este formato. Cuéntame como pasó o Cocinando con Andrés están en la base de su profesionalización. Pero es en Águila Roja dónde ha culminado este proceso. Esta serie de éxito de TVE, actualmente en la quinta temporada, ha logrado una madurez narrativa, técnica y simbólica a prueba de audiencias. Un producto para todos los públicos bien realizado.

Alberto cursó nuestro máster en la VII edición (2010/2011). Quería ordenar los conocimientos obtenidos en la práctica y, además, ampliar las herramientas de gestión cultural aplicables a otros proyectos. Ahora, después de un tiempo, hablamos con él para indagar en este proceso. 

- ¿Por qué, trabajando en la industria cultural, te propusiste cursar un máster de gestión cultural?  Me interesaba profundizar sobre todo en los procesos de creación, conceptualización y diseño de un proyecto cultural. Quería saber cuáles eran sus bases teóricas y de qué forma se ha profesionalizado la metodología de trabajo de los proyectos culturales. Llevaba tiempo intentando ampliar mi formación y prepararme para buscar nuevos retos profesionales, y no quería apartarme del mundo de la cultura y el entretenimiento. Así que, después de barajar muchas opciones, me decidí por el programa de gestión cultural por ser el más apropiado y completo.

- Te incorporaste al máster recién comenzado y con cierta dificultad porque ya estábamos en el límite de los 35 alumnos, ¿qué sucedió?
Nada. No fue nada relevante. Simplemente una confusión entre marcas de programas de posgrado. Lo bueno fue que, una vez iniciado el curso, la dirección del Máster de Santillana me permitió incorporarme al mismo. Por ello les estoy muy agradecido.

- En un programa tan extenso como tiene el máster siempre hay algo que nos sorprende. ¿Puedes recordar qué clase, profesor o institución llamó tu atención de una forma especial y por qué? Como provengo de la producción, me impresionaron mucho los trabajos de Álvaro Rey en Waskman Studio. Y en  la misma línea también los proyectos de Ricardo Antón en Amasté. Magnífica también me resultó  la ponencia de Rosina Gómez Baeza por su concepción de Laboral y el modelo de gestión que estableció para el centro.

- Un capítulo fundamental para cualquier proyecto cultural es el económico. Además, cada área de la cultura tiene sus propias dificultades. Puedes hablarnos con algún detalle de la forma de financiación de Águila Roja. ¿Hay confluencia de fuentes, de patrocinadores y colaboradores?
En el caso concreto de Águila Roja, la producción de la serie se financia única y exclusivamente a través del presupuesto acordado con la cadena de televisión, en este caso TVE. Lo habitual en el mercado televisivo es que la producción de los programas y las series se financien casi de forma exclusiva a través de los presupuestos negociados con las cadenas.
Hay casos en los que las productoras obtienen remuneraciones adicionales de las cadenas si han negociado un bonus o premio por porcentaje de audiencia. A mayor audiencia, mayor recompensa. Pero en el caso de Águila Roja estos ingresos extra no son posibles ya que TVE se financia a través del canon que recibe de las teleoperadoras y cadenas privadas y de la asignación a cargo de los Presupuestos Generales del Estado, y no por ingresos publicitarios.
Existen otras vías de ingreso como la comercialización de productos derivados y las ventas internacionales, pero normalmente son acciones comerciales posteriores a la producción, y sus beneficios (y siempre dependiendo de cómo se haya negociado la explotación de la obra con la cadena)  no se destinan a financiar la producción sino las operaciones de la productora.

- Gestionar el set es una de las grandes tareas. La serie tiene muchos exteriores, permisos, figurantes, ambientaciones,… ¿entran dentro de tu cometido?
Yo formo parte del equipo de dirección. En una producción de ficción la primera gran tarea de este departamento es la de extraer del guión todos los elementos escénicos que deben conformar la grabación. Los estudia y los define con el director y, tras la aprobación de la dirección de producción, se transforman en requerimientos técnicos a todos los departamentos que participan en la grabación.
La siguiente tarea es, atendiendo a esos elementos escénicos, proponer un plan de grabación que conjugue esos elementos bajos criterios de economía, eficiencia y optimización de situaciones y recursos para facilitar al máximo el proceso de grabación. Y la tercera tarea principal del departamento de dirección, liderado por los primeros ayudantes, es el diseño, la coordinación y la dirección técnica de las grabaciones.  

- ¿Qué efecto ha tenido el máster sobre tu visión de la industria cultural?
Me ha permitido tener una visión más amplia del hipersector cultural, de cada una de sus industrias, y de lo difícil y arriesgado que es lanzar al mercado un producto cultural, del tipo que sea. Mi respeto por los profesionales del sector ha crecido enormemente.

- Tu trabajo en la producción audiovisual es estacional. ¿Realizas o participas en algún proyecto cultural durante "los parones" de los rodajes?
En mis tiempos de descanso entre temporadas intento iniciar nuevos programas de formación, siempre de una forma u otra relacionados con la gestión cultural. Y recientemente colaboro con la productora de eventos culturales Las Espigadoras en tareas de diseño y análisis de proyectos.

Gracias por mantener el contacto con el máster, el intercambio de experiencias es muy importante. Deseamos que se mantenga la calidad de la serie y que dure renovándose. Un abrazo.